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San Dragon – revisitada

Recién comenzábamos la tercera jornada de pesca del viaje, es decir, el penúltimo día de la temporada 2010-2011 y el nerviosismo generado por la anticipación de capturar grandes truchas-trofeo nos traicionaba. Es posible que haya sido sólo a mí, pero percibía ansiedad similar en mis compañeros de viaje. El lugar, uno de los lagos llamados “de transición” en la zona de Coyhaique, al cual nuestro amigo Franz – también director de RiosySenderos.com – llamó Lago Constelación.

La propuesta era clara: truchas grandes, enormes realmente, que estaban aprontándose a la escasez de alimento del invierno, por lo que se esperaba un sólido interés en … básicamente cualquier oferta adecuadamente visible y tentadora que pudiésemos presentarles.

La primera esperanza era que las truchas estuviesen dispuestas a subir a la superficie a atacar alguna de las grandes moscas secas. Pero Franz fue claro en decir que era poco probable. “Estas truchas salen a la superficie sólo en la mitad del verano y muchas veces en la presencia de las eclosiones de grandes Caddis.”

Aún así, varios lo intentamos al comienzo, separados en dos diferentes embarcaciones y con radios encendidas para comunicarnos cualquier novedad.

Con Franz y Franco recorrimos una de las bahías cruzando el lago. Los impactantes colores de otoño del bosque circundante intentaban distraernos de nuestra misión, pero la expectativa de las truchas que buscábamos nos permitió ganar momentáneamente ese tira y afloja con la naturaleza exuberante de la Patagonia.

Así pasaron varios minutos mientras diligentemente presentábamos algunos streamers – habiendo ya desechado la idea de las grandes secas. La idea de los streamers resultaba la más sensata, basada en toda la experiencia de pesca en otoño. Las grandes truchas buscan grandes bocados. “Un pequeño pez o una sanguijuela aportan mucho más que una gran ninfa o insecto alado” … obviamente.

Toda incógnita de los patrones ideales se despejó con un llamado de Carlos por la radio.

  • “Atento Rodrigo. Atento Rodrigo.”
  • “Aquí estoy, cuéntame.”
  • “Llevamos dos picadas, una de ellas se cortó.”
  • “Excelente. Que siga activa la mañana. … ¿Con qué picó?”
  • “Cambiamos hace un rato. Las truchas se tiraron a la San Dragon.”

… ¡por supuesto!

San Dragon con ojos de bronce oscurecido

San Dragon, versión normal, con ojos de bronce oscurecido

Las ninfas de libélula están presentes y activas todo el año. Además, por su tamaño, resultan una tentación mayor para estas truchas que buscan aprovisionarse de grasa para el invierno inminente.

Dicho y hecho, cambio de mosca, continuando con mi caña #6 y una línea shooting taper con un largo running line.

Franco, por su parte, decidió sumarse a la idea y apenas unos pocos lanzamientos después, veíamos como su línea desaparecía rápidamente en el agua, seguida vertiginosamente por el backing, todo acompañado por un moderado chirrido de su carrete. La fiesta había comenzado y una de las grandes arcoiris se había lanzado a la ninfa.

Franco Lama y una excelente trucha Arcoiris con ninfa de libélula

Franco Lama y una excelente trucha Arcoiris con ninfa de libélula

… Ok, ya está clara la historia, por lo que, para no alargarla con detalles fáciles de imaginar, puedo resumir en que durante la tarde tuvimos en total una docena de piques y seguidas visuales a nuestras ninfas, las cuales terminaron en media docena de robustas truchas levantadas y fotografiadas. Y en mi caso, una de mis gloriosas San Dragon simplemente destruidas por las fauces de estos trofeos.

Rodrigo Sandoval con una arcoiris capturada con San Dragon

Rodrigo Sandoval con una arcoiris capturada con San Dragon

Revisitando la San Dragon

Rodrigo Sandoval visitando Lago Espolón a comienzos de los '90

Rodrigo Sandoval visitando Lago Espolón a comienzos de los '90

El origen de la San Dragon se remonta a mis visitas anuales a los lagos en la zona de Futaleufú, en particular al Lago Espolón. Ese lago, en ese entonces – y según entiendo – hasta el día de hoy, tiene una población muy prolífica de truchas arcoíris. Su misma abundancia no les permite crecer demasiado, ya que la competencia por comida es brutal, pero esa misma competencia las hace extremadamente agresivas y voraces.

Ese mismo lago tenía incontables orillas rodeadas de juncos. Así es, esos mismos juncos en los que la mayoría de los mosqueros fijamos la vista cuando nos encontramos de visita en un lago nuevo. Sabemos que las truchas están por ahí. Sabemos que la razón de que estén ahí es la abundancia de comida que se da entre la vegetación. Los sabemos con claridad y no olvidamos jamás.

Me tomó un par de visitas darme cuenta de la abundancia de libélulas. Mis visitas veraniegas evidenciaban los adultos alados, pero al estudiar algo más de la vida inmadura de estos insectos me permitió entender mejor qué podía estar ocurriendo bajo la superficie.

Cuando lo entendí y comencé a utilizar las primeras versiones de esta imitación de ninfas, la pesca – incluso – se volvió monótona. Casi segura. Llegué a contar 30 piques en una mañana.

El diseño actual – y final … por ahora – de la San Dragon resultó de dos versiones anteriores. Los grandes ojos fueron considerados desde el principio, pero la primera versión usaba ojos de plástico. No me tomó mucho darme cuenta que si bien funcionaban, el contar con ojos más pesados ayudaba a hundir más rápido el patrón, y además el mismo peso en la punta permitía un nado más ondulado. Esta idea del sube-y-baja la obtuve de la acostumbrada técnica llamada “jigging”, que usan en el Hemisferio Norte, y que en ese tiempo había dado incluso lugar al reciente récord de trucha fario en los ríos de Arkansas en EEUU. A la siguiente temporada me topé con los ojos de bronce en forma de reloj de arena. Estos fueron la evidente solución y una de las modificaciones más fundamentales hasta ahora.

Rodrigo Sandoval con una arcoiris capturada con San Dragon

Rodrigo Sandoval con una arcoiris capturada con San Dragon

El segundo gran cambio fue en el cuerpo. Si bien, siempre consideré las patas de goma y el collar de pluma justo detrás de los ojos, el cuerpo original de chenille, muy similar a la Woolly Worm, no me convencía. La solución llegó por casualidad, cuando me quedé sin chenille en medio de una sesión de atado en la misma Carretera Austral, lo cual me propuso utilizar el sobrante de la misma pluma de marabou utilizada en la cola, sin cortarla. La torcí para formar un cordón y luego la enrolle sobre el cuerpo, pasando entre las patas de goma. El resultado fue un cuerpo del mismo color que la cola – que en realidad es el abdomen de la ninfa, con el añadido de que varias de las fibras de pluma de marabou le agregaban un toque de “vida” muy visible bajo el agua. Casi como teniendo movimiento por si solas, intensificando el efecto impresionista general del patrón.

Gran Trucha Arcoiris capturada con una San Dragon

Gran Trucha Arcoiris capturada con una San Dragon

Con el tiempo he vuelto a revisar la selección de ojos y he aceptado una segunda variación con ojos de cadena, que siendo plateados, le dan un brillo adicional para facilitar que la trucha ubique la imitación incluso a distancia. Además, el reducido peso de estos ojos permite pescar este patrón con comodidad y control en sectores bajos, lo cual en algunas ocasiones fue una diferencia fundamental.

De tal manera, esta es la receta actual de la San Dragon.

San Dragon, versión "light", con ojos de cadena de bolitas

San Dragon, versión "light", con ojos de cadena de bolitas

Receta de la San Dragon

  • Anzuelo               Mustad 9672 o Tiemco 376, de ninfas o streamer corto, tamaños 8 al 12
  • Hilo                       6/0 negro
  • Cola                       Una o dos plumas de marabou relativamente densas.
    Recomiendo el color negro por sobre cualquier otro, pero he sabido de versiones en verde oliva que han resultado exitosas.
  • Tórax                     Enrollado de la misma pluma de marabou como base.
  • Patas                     4 patas de elástico negro en dos tiras paralelas.
  • Collar                    Pluma de largas fibras de saddle negro.
  • Ojos                       Ojos de metal (bronce) o bolas de cadena (bead chain)
Trucha Arcoiris capturada con la San Dragon

Trucha Arcoiris capturada con la San Dragon

Atando la San Dragon

El proceso de atado y parte de sus detalles se explican en este video.

Video de pesca y atado de la San Dragon

Video de pesca y atado de la San Dragon

Pescando con la San Dragon

La presentación debe concentrarse en hacer pasear la mosca cerca del fondo y/o cerca de los juncos o cualquier otro tipo de estructura, como troncos sumergidos.

Respecto a la recogida, la técnica más utilizada, no sólo por mi mismo en un comienzo, sino que por todos mis conocidos es el stripping a tirones cortos y moderados. En los últimos años he podido comprobar, en especial en lagunas pequeñas, que el hand-twist o figura ocho, funcionan a la perfección, produciendo un nado ideal.

De todos modos, para entender bien como ocurre este nado, los invito a ver este video bajo el agua de mi amigo Carlos Correa.

Pesca con Mosca en Blanco y Negro, 2a parte

Complementando la primera selección de fotos de pesca con mosca en Blanco y Negro, esta segunda selección continúa esta idea con nuevas imágenes, que nuevamente salen de fotos originalmente capturadas en color y traspasadas a blanco y negro en un editor de imágenes.

La elección de imágenes adecuadas para ser pasadas a blanco y negro se basa en la calidad del contraste. Al eliminar el color de las imágenes, el cual puede ser incluso parte de la composición, cada fotografía queda intensificada en los contrastes de luminosidad. Estas imágenes en particular fueron hechas durante los días del Workshop de Noviembre 2010, en el cual se visitaron destinos como el Río Baker en su curso superior, el Río Cochrane, muy cerca de su nacimiento en el Lago del mismo nombre, y finalmente en las orillas del magnífico Lago Bertrand.

Ver Publicación Completa en el Sitio del Workshop

Arcoiris del Río BakerVer Publicación Completa en el Sitio del Workshop

Moscas Secas en Lago Bertrand en cinco pasos

La pesca en Lago Bertrand, en la austral Patagonia de Aysén, es una de las más llamativas y desafiantes. El lago, de un tamaño más bien grande, requiere ser recorrido en embarcaciones con motor, pero a la vez que permitan la maniobrabilidad suficiente para poder recorrer las orillas con detención.

En la recién pasada edición del Workshop de Pesca con Mosca y Fotografía, tuvimos la oportunidad de pescar el hermoso Lago Bertrand en un soleado día, que incluso nos dio horas de bastante calor, pero combativas truchas que se lanzaron ávidamente a nuestra grandes moscas secas, también llamadas popularmente «chalas».

Paso 1

Súbase a un bote y vaya hacia los sectores con orillas abruptas, pequeñas playas y especialmente rocas en la orilla. La orilla Oriente y la Poniente son generalmente igual de productivas aunque esto puede cambiar según el día y la hora, ya que a una de ellas le puede pegar el viento más directo que la otra. Los días medianamente nublados y con una brisa presente son los más productivos.

Avanzando por Lago Bertrand hacia la zona de pesca

Avanzando por Lago Bertrand hacia la zona de pesca

Paso 2

Que el guía en los remos controle el bote paralelo a la orilla a una distancia de entre 5 y 10 metros, de modo que un pescador en cada punta lance sus moscas hacia la orilla. Lance contínuamente. Sea paciente y aproveche de ir perfeccionando sus técnicas de lanzamiento y el ojo para detectar cualquier sombra que se mueva cerca de la orilla.

 

Pescando desde bote en Lago Bertrand

Pescando desde bote en Lago Bertrand, lanzando moscas secas hacia las orillas

 

Presentando una gran mosca seca a la orilla del Lago Bertrand

Presentando una gran mosca seca a la orilla del Lago Bertrand. En este caso es fundamental lograr poner la mosca a apenas 10 ó 15 cm de la orilla. La delicadeza de la presentación es irrelevante, e incluso se privilegia que la mosca salpique un poco al caer, de forma de llamar la atención de las truchas que estén al acecho.

 

Paso 3

Preocúpese de calibrar bien su lanzamiento logrando que la mosca caiga a no más de 10 cm de la orilla, siendo incluso válido darle un pequeño rebote en la roca o pared de la orilla en algunos casos. Esto logrará – tarde o temprano – despertar el instinto cazador oportunista de las truchas y más de alguna se abalanzará, a veces con mucha lentitud, a tomar esta mosca seca. Cuando tenga la tomada y logre clavar la trucha en el momento adecuado, prepárese para una pelea en la que deberá controlar la posibilidad de que la trucha se vaya hacia las rocas o juncos de la orilla. Mantenga la tensión constante en la línea.

Peleando una trucha desde un Cataraft en Lago Bertrand

Peleando una trucha desde un Cataraft en Lago Bertrand

Paso 4

Una vez que la trucha esté correctamente enganchada, preocúpese de hacer una pelea lo más corta posible y manipular la trucha con manos mojadas, e idealmente un chinguillo o copo grande para facilitar la maniobra desde el bote.

Luego, disfrute de ver cada trucha, con su diversidad de diseños, todas con una de estas enormes moscas secas en sus fauces.

Trucha Arcoiris del Lago Bertrand

Trucha Arcoiris capturada gracias a una variación de Fat Albert

Trucha Marrón o Fario del Lago Bertrand

Trucha Marrón o Fario del Lago Bertrand con una gran Fat Albert en sus fauces

Trucha arcoiris y una mosca en Lago Bertrand

Trucha arcoiris y una mosca en Lago Bertrand

Trucha marrón capturada en orillas del Lago Bertrand

Trucha marrón capturada en orillas del Lago Bertrand. En ocasiones conviene bajarse del bote para realizar la maniobra final con mayor facilidad desde el agua.

 

Pequeña trucha arcoiris del Lago Bertrand

Pequeña trucha arcoiris del Lago Bertrand que se lanzó agresivamente a una gran mosca seca presentada en la orilla, cerca de rocas.

Paso 5 y final

Siempre, siempre, siempre devolver la trucha con un mínimo impacto. Levantarla por no más de 15 segundos fuera del agua para la foto y luego sostenerla hasta que la trucha, por su propia fuerza, quiera irse, momento en el cual se afloja la mano para darle el espacio.

 

Soltando una trucha pescada en Lago Bertrand

Soltando una trucha pescada en Lago Bertrand

Truchas Arcoiris en Lago Chungará

La Peladilla, uno de las especies nativas de aguas chilenas, hoy difícil de encontrar al haber sido desplazada por las truchas introducidas desde fines del 1800.

La Peladilla, uno de las especies nativas de aguas chilenas, hoy difícil de encontrar al haber sido desplazada por las truchas introducidas desde fines del 1800.

Los pescadores con mosca vemos a la trucha y varios de sus parientes como el pez “hecho para la pesca con mosca”. Incluso la pesca de otras especies se considera “enfoques alternativos” a la pesca con mosca tradicional. Por la misma razón, las diversas especies de truchas, originarias del Hemisferio Norte, terminaron siendo introducidas en Chile. Más de un siglo después vemos con buenos ojos y valoramos la presencia de estos peces en las aguas interiores de Chile, que incluso lo han catapultado a un sitial de elite como destino de pesca con mosca mundial, pero a la vez olvidamos el efecto dañino que esas introducciones tuvieron en especies nativas de nuestras aguas, como son los puyes, las peladillas, pejerreyes y otros tantos.

Especies exóticas en aguas protegidas

El caso de la introducción de especies exóticas no es nuevo, ni tampoco exclusivo de Chile. Uno de los casos más difundidos en años recientes fue el del reconocido Lago Yellowstone, en el centro del parque nacional del mismo nombre, el primer parque nacional del mundo y un verdadero refugio del ecosistema del Noroeste norteamericano. Por muchos años, la población nativa de truchas Cutthroat de Yellowstone logró resistir intentos de siembra de otras especies, como el Salmón del Atlántico y también la Trucha Arcoiris, pero no fue hasta la década de 1990, en que se descubrió una siembra ilegal de Trucha de Lago o Lake Trout (Salvelinus namaycush), muy posiblemente traída desde el cercano Lewis Lake. En pocos años, la saludable población de las Yellowstone Cutthroat se vio en franca disminución, desatando la urgencia en el servicio de parques. Como consecuencia, se estableció dentro de la reglamentación de pesca: “Toda Trucha Cutthroat capturada debe ser devuelta de inmediato tomando las mayores precauciones en su manipulación … toda Trucha de Lago debe ser sacrificada al ser capturada”.

Como ése, ejemplos hay varios y en prácticamente en todas las latitudes.

La invasión de truchas en Lago Chungará

Panorámica del Lago Chungará, Parque Nacional Lauca

Panorámica del Lago Chungará, Parque Nacional Lauca

Recientemente, Christian Wells, uno de los miembros de la Comunidad RiosySenderos.com, puso la noticia sobre el tapete en dicho medio. Hoy nos toca ver el nocivo efecto de la introducción en uno de nuestros más hermosos parques nacionales: el Parque Nacional Lauca, en pleno altiplano de la Región de Arica y Parinacota, nuestro extremo norte. Por todos estos años, las pulcras aguas del Chungará han albergado especies nativas, como es el caso del Karachi (Orestia chungarensis).

Esta detección se hizo efectiva apenas el 2008, cuando un equipo de investigadores y biólogos las avistó en el lago. “Nosotros las vimos. Son enormes las truchas que hay allá. Se ven en el lago, que tiene especies nativas que se llaman karachi y que son de una tremenda importancia”, según señaló en su momento a La Tercera, Irma Vila, la directora del Depto. de Ciencias Ecológicas de la Universidad de Chile.

Por la misma razón, se autorizó en forma excepcional la pesca de esta especie el pasado 12 y 13 de Agosto, con el objeto de evaluar la presencia y junto con ello, dar un primer paso a su control. La detección incluyó algunos cuerpos de agua aledaños, particularmente cursos afluentes y efluentes, para verificar la posible reproducción de estas truchas en dicho ecosistema.

¿Qué nos queda?

Como sociedad, ojalá, el aprendizaje de que la introducción sin-control de especies externas a un ecosistema tiene efectos. Es innegable, por mucho que la especie introducida nos parezca valiosa en varios aspectos, que estas siembras clandestinas traen más perjuicios (turísticos, ecológicos, de todo), más que beneficios.

Además, aquellos visitantes del parque y/o residentes de la región, apoyar directamente a las autoridades locales en verificar instancias de control de esta especie. Más que darse una tarde de pesca de truchas en el lago, la idea concreta y transparente es eliminar el máximo o totalidad de los ejemplares hoy presentes en dicho lago.

Hoy existen literalmente centenares de lugares adecuados para la pesca de truchas. Sin duda, el Norte de Chile no es un destino de este tipo de pesca, pero por lo mismo, tampoco debe serlo.

Rodrigo Sandoval
Editor RiosySenderos.com

Aspectos técnicos y éticos de enfrentarse a peces trofeo

En este post pretendo resumir algunos aspectos que han salido a la luz en conversaciones que he tenido con diferentes pescadores con mosca, a la luz de un breve reporte de pesca de Chinooks que hice hace unos días en la Comunidad RiosySenderos.com. Para resumir, mencioné que hace pocos días me tocó ver a un buen amigo enganchar un Chinook monstruoso que finalmente le cortó mosca y línea, sin posibilidad de ganarle. Luego, salió a discusión el calibre del equipo adecuado para enfrentar tales situaciones, lo cual conversé con otro par de amigos.

Así, llego a este post, con la idea de enumerar algunas condicionantes que recomiendo tener en cuenta antes de enfrentar la pesca de peces trofeo, ya sean chinooks, o truchas grandes, o más aún, algunos peces de agua salada.

Partamos así: la mayoría de los pescadores, tarde o temprano (o siempre) sueña con poder enganchar un enorme trofeo. Nos llegan a veces fotos de otros pescadores sosteniendo peces de tallas fabulosas para la especie en cuestión y eso alimenta nuestra ansiedad de vivir tal experiencia. En ocasión, se dan algunas condiciones y nos encontramos frente a frente lanzando nuestra mosca en aguas habitadas por algunos de estos leviatanes.

Resistencia o Potencia del Equipo

Hay una definición original que sigue siendo válida: el número (o rigidez y potencia) de una caña es determinada por la mosca y distancia a lanzar, más que por el tamaño del pez que se pretende enganchar. Sin embargo, esta validez se ajusta a ciertos rangos. Es decir, si vamos por truchas medianas, lo esperable es que estén entre 1 y 3 kgs, por lo que una caña hasta 4 es capaz de manejar. Es decir, si te enfrentas a un río con truchas de entre 1 y 2 kgs, con una caña 4, lanzando pequeñas Adams o ninfas, seguramente andarás bien. Pero si en el proceso tienes la suerte (mala o buena) de que la marrón terrateniente del pozón, que llegó a los 7 kgs, pica, entonces la excitación puede transformarse en pánico, sobre-exitación y una gran variedad de sensaciones conducidos por adrenalina que cada humano (viva la diversidad) maneja de diferente manera.

En cualquiera de los casos mencionados, cuando un pez notoriamente más grande que lo que se espera y pelea con un equipo posiblemente subdimensionado, pueden ocurrir dos cosas: o se corta la mosca (el líder o incluso, la línea) , o logras traer el pez, pero con mucho esfuerzo y demorándote más de la cuenta. En estos dos casos, el pez sale dañado: al menos con un nuevo piercing que puede transformarse en una infección, o peor aún, morir por no recuperarse del esfuerzo excesivo y exceso de ácido láctico en su organismo.

Caso particular: tippet demasiado delgado

He escuchado a varios mosqueros – particularmente extranjeros – evidenciar una particular fascinación por pescar con el tippet más delgado que se pueda. Si bien hay casos en que la claridad de las aguas conjugada con una extrema precaución de las truchas fuerza a disminuir el tippet, creo que es mejor recurrir a tippets más sofisticados, como de fluorocarbono y no más delgados, ya que esto permite la solidez y resistencia del conjunto para acortar la pelea al máximo posible.

El mensaje correcto es: acortar la pelea lo más que se pueda, para maximizar las posibilidades de supervivencia del pez, y evitar cortes de línea/líder, en que la trucha sale con mosca enterrada y en algunos casos, con restos de líder y línea.

Entonces, algunas recomendaciones de sentido común:

  • Utilizar un equipo adecuado a las posibles capturas, incluso pensando en que en el mejor de los casos, se enganchará al trofeo del lugar.
  • Utilizar el tippet más resistente posible que no afecte la selectividad de los peces.
  • Hacerle mantención periódica a las líneas. Reemplazar aquellas que se ven muy maltratas y con posibilidad de cortarse.
  • Hacerle mantención a líder y tippet, renovando pedazos muy gastados, así como asegurarse de usar buenos nudos.
  • Cuando la trucha grande pique, aún cuando la tentación de disfrutar una larga pelea exista, hacerla lo más corta posible. En buen chileno: «siempre hágala corta».

El Lugar para Pescar

Aquí me refiero a ubicarse en un lugar adecuado dentro del lago o río. Particularmente río. En lago, casi siempre es posible pelear con comodidad una trucha en las secciones más profundas. En el caso de un río, frecuentemente es posible encontrar un largo recodo que es difícil de manejar, cerca de un sector más bajo y de poca corriente que ofrece mayores garantías para pelear un pez grande. Si el caso es que se espera tener una pelea con un enorme pez, como es el caso de los chinooks, no sólo pensar en dónde pueden estar y dónde pueden picar, sino que conjugar ese tipo de lugares en las cercanías de otro que permita pelear al pez con mejores condiciones (normalmente ubicado corriente abajo).

Por sobre todo, evitar lugares donde la orilla esté cortada a pique o donde se esté lanzando desde un punto donde el pescador no podrá moverse. Por ej, desde una roca grande, desde un tronco de difícil acceso. Si se engancha ese anhelado trofeo, la posibilidad de pelearlo bien disminuye considerablemente desde esa posición.

Conclusiones

En mi caso personal, me encantaría pensar que siempre he tenido conciencia de las condiciones con las que enfrento la pesca. En gran parte de las ocasiones no me he topado con trofeos que desafíen mi equipo o mi capacidad de pelea. Incluso en los casos de pesca de salmones, me ha tocado enfrentarlos siendo consciente de su presencia y por ende, con el equipo adecuado.

La excepción podría ser justamente la historia que menciono al comienzo, en la cual nos enfrentamos a Chinooks de una talla promedio excepcional y en un lugar que no ofreció demasiadas garantías. En mis experiencias anteriores pescando Chinooks en el mismo río, me había topado con ejemplares de un promedio de 8 a 10 kgs, en sectores con riffles y recodos de menor profundidad, haciendo de las maniobras de pesca algo más simple. Sin embargo, pude ver en esta ocasión, que un Chinook que se acerca a los 20 kgs, que la pelea es totalmente distinta, particularmente en un río con mayor caudal que en la vez anterior.

Un equipo #8, como el que yo contaba, definitivamente no es suficiente para lograr ganarle a uno de estos gigantes con determinación. Si bien hay una serie de técnicas que facilitan la pelea para el lado del pescador, el enorme pez tiene todas las de ganar si finalmente decide irse hacia la corriente principal, como ocurrió en ese caso con Patricio.

Creo que un equipo #10 estaría mejor preparado para «doblarle la cabeza al salmón», como mi buen amigo Rodrigo Saelzer me comentó. Totalmente de acuerdo.

Sin duda, dejo abierto el canal de opinión a los visitantes. Es totalmente posible que la experiencia de cada uno pueda aportar antecedentes que completen esta perspectiva personal.

Rodrigo Sandoval
RiosySenderos.com

Algunas fotos del calendario 2010

(Para los que no sabían, publicamos nuestro calendario 2010 para todos quienes deseen bajarlo e imprimirlo, en dos versiones: «Pesca con Mosca» y «Moscas«.)

Varios de Uds. ya lo habrán visto y espero que hayan considerado colgarlo en la pared o algún lugar visible. Al menos nos ha motivado la petición de varios visitantes del portal a que mantengamos esta buena costumbre, ya que – en especial en los meses fuera de temporada de pesca de salmónidos – resulta un relajante y motivante poderoso.

Para nosotros, el staff de RiosySenderos.com, es más que un gusto, un tremendo honor poder aportar con este calendario. Desde nuestros comienzos, el trabajo fotográfico fue y sigue siendo un pilar fundamental de nuestros contenidos. Cada temporada aprovechamos nuevos viajes para poder recopilar nuevo material que nos permita mantener esta entrega. Me refiero a que cuando estamos en el río o en el lago, andamos con cámara en mano, y tenemos en mente no sólo las truchas que están tomando frenéticamente, sino que además, el trabajo editorial y fotográfico que tenemos por delante.

… bueno, en realidad cuando las truchas están tomando frenéticamente, nos olvidamos un poco de esta parte. Pero el resto del tiempo tenemos estos objetivos siempre presentes.

Fue así como aparecieron varias de las fotos de este nuevo calendario de Pesca con Mosca, que a continuación presentamos con algo más de detalle.

ENERO

Aqupi se ve a Gerardo Soto, uno de los reconocidos guías del Patagonia Baker Lodge, junto a nuestro compañero de viajes y director de Ríos y Senderos S.A., Franz Scheel. Franz, siendo un residente de Coyhaique, también ha pescado el Baker en innumerables ocasiones. En este día de Diciembre, numerosas tormentas apenas habían terminado, por lo que las aguas estaban en plena recuperación de actividad. En estos casos, el conocimiento en terreno que el mismo guía ofrece es invaluable. Fue así como Franz logró enganchar varias de las peleadoras arcoiris del Baker en esta primera mañana de nuestro viaje.

FEBRERO

Una hermosa foto de Isabel Margarita Anaya (my wife). Una composición excelente, para una trucha hermosísima. Lo genial de esta foto es que la fotógrafa estaba totalmente sola en ese momento, y siendo una de las primeras truchas de aquel viaje (y de la nueva temporada), maniobró la trucha con una mano y la cámara con la otra, logrando un ángulo único de visión de la captura: directamente desde arriba, con un fondo impecable de piedras del río.

ABRIL

Se ve parte del cuerpo de una enorme – realmente enorme – trucha fario capturada por Franco Lama, también del Staff, en una laguna de Aysén. La pelea que dio este gigante fue por si misma digna de todo un ensayo fotográfico (pero destaco esta foto de uno de los saltos de esta marrón).

MAYO

Una notable foto de Manuel Reyes, querido amigo y colaborador, quien es actualmente el administrador del Patagonia Baker Lodge. Manuel ha desarrollado la fotografía con tremenda seriedad y dedicación en los últimos años, lo que le ha permitido lograr tomas complicadas técnicamente, como la de Mayo. En esta se ve un pescador lanzando su mosca a una trucha que insiste en alimentarse en pleno anochecer. Por ello, las luces del vehículo permiten (o aspiran a) detectar cuando la trucha sale a la superficie a tomar la delicada mosca seca presentada.

OCTUBRE

Cualquier especie de trucha es un lujo de diseños y colores. Pero las arcoiris a veces parecen llevarse el premio al colorido. Esta hermosa trucha se lanzó decididamente a una ninfa con bead head, pescada en una corriente lenta lateral de un hermoso río de la Patagonia Chilena. En este caso, Isabel Margarita rápidamente clavó y luego de una pelea digna, alzó esta trucha con gran delicadeza, le retiró la mosca y la devolvió, para continuar una jornada que tuvo bastante acción.

DICIEMBRE

Franco Lama visitaba por primera vez el Cochrane alto, dentro de la Reserva Nacional Tamango, y no pudo más que sorprenderse con la cristalinidad a toda prueba de sus aguas, apenas salidas desde el lago Cochrane. Aprovechando esta oportunidad, disparó varias fotos capturando a los que tratábamos de engañar a las extremadamente selectivas truchas de esta sección del río.

Ojalá lo disfruten, así como el calendario con diferentes patrones de moscas.

Rodrigo Sandoval y el resto del Staff de RiosySenderos.com

Terrestres en un lago

El lago Las Ardillas en la Región de Aysén, con el tiempo se ha vuelto famoso por sus agresivas truchas marrones o fario. Más aún, desafía a sus visitantes a probar con una técnica muy excitante y entretenida, como es la pesca con mosca seca, haciendo de esta experiencia algo tremendamente inolvidable,como precisamente me ocurrió en una de las últimas visitas que hice a este lago, hace un par de años.

Por eso, este segmento en el que mi amigo Carlos Correa sale a pescar este lago, buscando engañar una de las enigmáticas marrones del Ardillas, resulta totalmente representativo de los desafíos de esta pesca.

Pesca de marrones en lago con saltamontes.
Video alojado en Vimeo

Enfrentando la pesca de marrones en el Lago Ardillas

En la mañana temprano, cuando amanece y no hay viento, es ideal para salir a buscar truchas cazando en aguas muy bajas. Además, días oscuros, como en esta oportunidad, también otorgan buenos resultados, ya que generalmente, la actividad disminuye con días soleados, como nos confirmó insistentemente Rodolfo Quiros, a cargo del lodge, y Felipe y otros guías.

Pero fíjense en la estrategia recurrente para la pesca. El lanzamiento de secas con línea floating hacia las orillas. En esta ocasión, Carlos Correa lanza hacia la orilla una mosca que imita a un saltamontes llamada “foam green”, que con éxito logra enganchar un hermoso ejemplar de aproximadamente un kilo.

La clave de esta técnica es mucha observación y cuidado al presentar la mosca, ya que una presentación muy brusca o cercana a la trucha, puede asustarla. Caso contrario, colocar la mosca fuera del patrón de búsqueda de la trucha, puede que no llame su atención.

Más detalles sobre esta técnica se pueden encontrar en Pescando con Saltamontes.

Más detalles sobre la pesca en Lago Las Ardillas, en Marrones en el Ardillas.

Franco Lama F.
Staff RiosySenderos.com

Pesca a Vista (Sight Fishing)

Por mi parte, ya sea con moscas secas, con ninfas o incluso streamers, la pesca a vista es la que siempre me ha parecido la más emocionante y espectacular. La definición es bastante simple: primero ubicar una trucha visualmente, luego lanzarle una mosca dentro de su campo visual / línea de alimentación, y ver cómo la trucha – a veces con desesperante calma – se acerca a la mosca y ¡la toma! Es este proceso completo el que cautiva a quien es testigo.

Este tipo de pesca es la más famosa y recurrida en los ríos de Nueva Zelandia, donde hay enormes truchas marrones en aguas totalmente cristalinas y a veces muy bajas.

¿Cómo se logra? Me encantaría partir diciendo «muy simple», pero rara vez lo es. Primero, hay que lograr ubicar una trucha visualmente. Las técnicas para esto son diversas y parto por indicar que rara vez logramos ver la trucha con toda claridad. A veces hay que estar atento a pequeños movimientos de sombras. En ocasiones, la misma sombra en el fondo es la que delata la presencia de una trucha a media profundidad, perfectamente camuflada por el diseño y color de su lomo. A veces, en la corriente, se logra distinguir un punto blanco que aparece y desaparece: es la boca de la trucha abriéndose para comer una ninfa o emergente. La gran mayoría de las veces lograremos ver una parte de la trucha: una aleta, la cola, sólo la cabeza. Toma tiempo acostumbrarse, pero cada vez que se encuentren en un río de aguas cristalinas, que saben que tiene truchas, hagan el ejercicio y con el tiempo se darán cuenta que las truchas están más a la vista de lo que uno cree. El siguiente es un ejemplo ideal, pero tomen en cuenta de que usé un polarizador para esta foto. Por ende, el tener anteojos polarizados los ayudará enormemente en la búsqueda de truchas.

Trucha nadando sobre una cama de algas

Trucha nadando sobre una cama de algas. Nótese que aleta dorsal y la punta de la cola están apenas fuera del agua.

Ok. Ya ubicaron la trucha: entonces tienen el 10% del trabajo hecho, pero seguramente 90% de la emoción. La segunda parte es determinar qué tipo de mosca es la más adecuada. En estos casos es posible que la trucha no esté alimentándose consistentemente en la superficie. Seguramente estará a media profundidad engullendo ninfas y emergentes. Una alternativa es buscar algún tipo de imitación (o un patrón de tipo attractor, que nos dé confianza). En los últimos años he visto como las grandes moscas secas atractoras, como la Chernobyl Ant o la Fat Albert («chalas» en general), logran un efecto muy potente. Pero junto con la elección del patrón, asegurar que los nudos y el líder están en buenas condiciones.

Viene el lanzamiento. Aquí les recomiendo mucha paciencia y calma. En estas ocasiones es posible que sólo tengamos una posibilidad de tentar a la trucha, y si el lanzamiento es malo o la mosca cae fuerte, perdamos esa posibilidad. Hay que acomodarnos en una posición en que podamos hacer un lanzamiento controlado, rápido y con pocos lanzamientos en falso. Piensa que estás en el examen final de tu curso de lanzamiento y te dicen «tienes una oportunidad para sacarte la buena nota, cualquier falla y repruebas». En este caso la trucha es tu examinador. Ni lo dudes.

En fin. El lanzamiento. Si estamos en un lago, hay que entender la línea de alimentación que la trucha está siguiendo. Hay varios detalles de esto en «Aguas Silenciosas: Pescando Visualmente«. Si estamos en un río con corriente, la mosca debe caer unos dos o tres metros delante de la trucha. Toma en cuenta la diferencia del ángulo de visión que se describe en ese mismo artículo de Aguas Silenciosas. No importa demasiado si caes medio metro a la derecha o a la izquierda. Si el patrón es el correcto, la trucha lo tomará igual. Cabe sugerir que cuentes con un vigía, que se posicione en un lugar con mejor vista de la trucha y que te guíe más o menos al lugar al cual apuntar. Te podrá dar direcciones como «mira la rama que se asoma a la derecha, lánzale 1 metro más arriba y más cerca del medio de la corriente». De donde estarás lanzando, seguramente no tendrás tan buena visión como alguien que se ubica en más altura y mejor ángulo.

Finalmente, si todo sale bien y calzamos ese primero – y muchas veces único – lanzamiento, la trucha caerá. Hay que dejar que se acerque y se trague la mosca. Aquí viene la ocasión clásica en que se pierden las truchas en este tipo de pesca: «sacarle la mosca del hocico». Lo que ocurre es que el nerviosismo de la anticipación muchas veces nos juega una mala pasada y nos adelantamos. Incluso, si se trata de una mosca seca, hay que darle tiempo a que abra la boca, trague la mosca, cierre la boca y se de vuelta. Ahí clava. Sé que leyéndolo suena trivial, pero ese par de segundos parecen eternos cuando tienes una marrón de 4 kilos tomando tu chala. En Nueva Zelandia, los creativos guías inventaron que cuando la trucha suba a tomar tu mosca, tienes que decir «God save the Queen!» antes de clavar. Personalmente no me veo diciendo esa frase en medio de un río Patagónico, pero en ocasiones me sirve simplemente contar: «1 .. 2 .. 3».

Ya, lo lograste. Capturaste tu trucha viendo el proceso completo. Si ya has vivido esta experiencia, sabes de qué hablo, pero si no, te aseguro que no se te olvidará jamás.

Aquí, una foto del éxito.

Una trucha marrón engañada con una creativa "Fat Albert"

Una trucha marrón engañada con una creativa "Fat Albert"

Suerte y éxito.

Rodrigo Sandoval
Staff RiosySenderos.com

Lago Tromen – “Un Paraíso Escondido”

El Lago Tromen, es unos de los primeros espejos de agua, que nos da la bienvenida, cuando nos adentramos al Parque Nacional Lanín. 

Sus costas están rodeadas de un hermoso y tupido bosque patagónico y sus playas invitan al descanso y a disfrutar de la hermosa naturaleza que nos brinda. 

Hace un tiempo atrás con mi señora tuvimos la posibilidad de conocer este lindo lugar. Varios amigos argentinos nos lo habían recomendado como el lugar ideal para pasar unas lindas vacaciones en un lugar tranquilo rodeado de naturaleza y con la posibilidad de poder practicar nuestro lindo deporte. 

Este lago es conocido por los tamaños de sus peces, cuya combatividad y vitalidad son muy apreciadas en la zona. Un buen día de pesca uno puede obtener muy buenos piques de las tres especies que allí habitan (Arco Iris, Farios – “Marrones” y Fontinalis), lo que no se da en muchos lugares.

 Fario Lago Tromen

Es un lago ideal para hacer pesca a pez visto, también se tienen buenos resultados con líneas de hundimiento. Normalmente utilizo caña #5 con línea flote y para hundimiento voy alternando con líneas de hundimiento III a hundimiento IV.

 Algunas recomendaciones de secas que me han dado muy buen resultado:

  • Adams atada con plumas de Gallos de León (#18 al #12).
  • B.W.O (#18 al #14).
  • Griffith’s Gnat (#18 y #16).
  • Elk Hair Caddis (#18 al #10).
  • Goddard Caddis (#16 al #10).
  • Terrestres (#12 al #8).

Con línea de hundimiento andan muy bien las imitaciones de pancoras y odonatos. 

Los invito a conocer este lindo paraíso de la pesca, no me cabe duda que luego de ir lo único que desearán es volver.

 

 

Saludos y buena pesca.

Patricio Guerra C. 

Staff RiosySenderos.com