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Truchas en Otoño (zona central)

Para todos los mosqueros fanáticos de buscar truchas en Chile, quedan apenas un par de semanas de temporada, por lo que varios barajan alternativas diversas para atacar estas últimas ventanas de tiempo para probar suerte con nuestras moscas.

Varios apuntan al fin de semana alargado, de 4 días, incluyendo el próximo Martes 1° de Mayo, aprovechando de recorrer los puntos australes más significativos.

Pero un grupo de los directores de RiosySenderos.com, decidimos aprovechar de visitar algunos de los ríos de la zona central, que durante gran parte del verano, dejamos fuera del itinerario. Las razones sobran: mucho calor, muchos visitantes, o ambas. Pero en esta época otoñal, ambos factores desaparecen y concurrimos a estos ríos rezando que los excesos de los visitantes veraniegos no hayan ocasionado un efecto mayor.

Entre las alternativas que barajamos, cubrimos varios de los valles importantes de la zona Central, considerando desde la zona de San Felipe, hasta el límite de la VI y VII regiones. Al decidir recorrer nuevamente los afluentes del Río Tinguiririca, luego de una ausencia prolongada de parte nuestra, nos presentó ante ríos con un caudal razonable, pero disminuido, mucho más claro, y especialmente, truchas ya crecidas por la abundancia de alimento en el verano, pero muy dispuestas a seguir cargando reservas energéticas para el invierno inminente.

Pescando con Mosca en Zona Central de Chile

Pescando con Mosca en Zona Central de Chile

Al encontrarnos frente al río, la decisión de cuál mosca usar no se hizo esperar. La actividad de superficie suele ser escasa en esta época, por lo que utilizar ninfas resulta la estrategia más segura. Viendo los recodos que teníamos por delante, y pensando en recorrer bien el fondo de este río, decidimos optar por ninfas atractoras con cierto nivel de peso, de modo de llevarlas rápidamente al fondo. En esta categoría caen varios patrones, como las versiones Bead Head de las ninfas más clásicas, otras nuevas como la Copper John, o bien ninfas grandes (tamaño 10) lastradas, como fue lo que hizo Carlos.

Ninfa para enfrentar los ríos Cordilleranos de Chile Central en Otoño

Ninfa para enfrentar los ríos Cordilleranos de Chile Central en Otoño

El tamaño de la mosca resulta relevante, ya que mientras mayor parezca el bocado, más atractivo se vuelve a las truchas que no están en un modo claramente selectivo, sino que aprovechan la abundancia de insectos inmaduros en el fondo, para alimentarse en forma más oportunista. Ninfas tamaño 12 y 10 fueron nuestra norma.

… y el resultado no se hizo esperar.

Pescando con Mosca un río Cordillerano de Chile Central

Pescando con Mosca un río Cordillerano de Chile Central

Pescando con Mosca un río Cordillerano de Chile Central

Pescando con Mosca un río Cordillerano de Chile Central

Trucha Arcoiris pescada en Otoño en Chile Central

Trucha Arcoiris pescada en Otoño en Chile Central

Algunas de las principales ventajas de la pesca en los pre-cordilleranos de la Zona Central de Chile, durante Abril, incluyen la mejora en las condiciones del agua, tanto en visibilidad, como en temperatura y caudal, lo cual facilita a las truchas el buscar más alimento preparándose para el invierno o una próxima fase de desove (Junio en las marrones, Septiembre en las Arcoiris). Por lo mismo, resultó muy llamativo el tamaño comparativo de las truchas. En esta época pueden tener incluso hasta un 20% más de masa corporal que a comienzos de temporada, por lo que se transforman en verdaderos «trofeos» de la Zona Central de Chile.

Trucha Arcoiris pescada en Otoño en Chile Central

Trucha Arcoiris pescada en Otoño en Chile Central

Trucha cordillerana de Chile Central

Trucha cordillerana de Chile Central

Como conclusión, las condiciones y ventajas de la pesca de otoño en esta zona resultan evidentes. Para muchos podrá ser difícil comparar con aventuras especiales en otras latitudes más australes, pero el hecho concreto es que la pesca con mosca en esta zona mejora significativamente en estas semanas finales de la temporada.

Paisaje de un río de cordillera en Chile Central

Paisaje de un río de cordillera en Chile Central

¿Qué son las Steelhead?

Mi contacto con las Steelhead comenzó de una forma curiosa. A comienzos de los ‘80 me encontré con un artículo en una revista de pesca editada y producida en Chile, que titulaba orgullosamente “Vuelve la Stealhead (sic) a Chile”. La traducción directa me sugirió un nombre curioso – por decirlo así – para un pez. Leyendo el artículo me enteré de este pez, cuyo atractivo principal era ofrecer unas peleas titánicas con los mosqueros suficientemente hábiles (o afortunados) como para engancharlas.

Pasaron los años y mi afición por la pesca con mosca se intensificó durante mi época universitaria. Continué leyendo acerca de la Steelhead en revistas de EEUU y comencé a generar aún más interés, aumentado con algunos videos de la serie Mastery de Scientific Anglers, donde pescadores como Lani Waller y el reconocido Jim Teeny, daban rienda suelta a sus técnicas para capturas peces simplemente formidables.

En esta época escuché algunos reportes de steelhead en el sur de Chile, particularmente en la zona del Río Puelo. Siendo la primera mitad de los ’90, tanto la cantidad de mosqueros como los espacios para compartir datos, eran extremadamente limitados y mi fuente de investigación se concentraba en el hall principal de la desaparecida tienda de pesca con mosca Andean Trout Angler, en Alonso de Córdova.

Aprovechando mi formación científico-ingenieril y mi particular interés por investigar todo tipo de temas, decidí averiguar algo más, por lo que partí llamando al Servicio Nacional de Pesca.

–          “Buenas tardes. Estoy interesado en conocer algo más del registro de Steelhead que puedan tener en Chile”.

–          “¿Stil-qué? Un momento, le voy a pasar con el área que entiende de biología”.

… un par de traspasos de llamada adicionales y llegué con alguien quien logró entender de qué hablaba, pero que confesó “… lamentablemente no tenemos datos de sus poblaciones o de los lugares en que se encuentran”.

Entiendo que esta cantidad de información ha cambiado en la versión moderna llamada Sernapesca, pero confieso que no he vuelto a hacer la llamada, ya que las redes virtuales de comunicación han permitido que el mundo de los mosqueros haga un reporte más completo y práctico para el interés comunitario.

Durante el resto de la década tuve la oportunidad de pescar varias veces el mismo Río Puelo y otros pequeños ríos que desembocan en el mar, en especial en la zona de fiordos encontrándome con más de alguna Steelhead en esas oportunidades. Pero la identificación correcta quedaba pendiente.

Pero mi principal encuentro con una Steelhead fue precisamente en sus tierras de origen: la Costa del Pacífico-Noroeste de EEUU. Partí precisamente buscando steelheads en los tributarios del Sandy River, muy cerca del pueblo de Welches, en Oregon, como el particular Salmon River, apenas 5 minutos en auto desde Welches. Llegué a orillas del Salmon y comencé a recorrer el río, que en ese momento se encontraba en pleno desove de Chinooks, lo cual de por si, fue un espectáculo. De pronto, una sombra distinta se posicionó en un pedazo de corriente apenas a unos 5 metros de donde yo estaba. Lancé la mosca, casi sin línea, y la Steelhead la tomó de inmediato, iniciando una carrera explosiva digna de las más fantásticas leyendas de la zona. Luego de apenas 1 minuto de pelea, la mosca salió de su hocico y por la tensión línea-caña que tenía, terminó a 5 metros de altura en uno de los árboles de la orilla del río. Fue un minuto de adrenalina pura que me demostró con claridad la potencia de estos peces cuando están retornados en el río.

Steelhead del Río Puelo, en Sur de Chile

Una de las reconocidas Steelheads del Puelo, aunque varias son directamente escapadas de las pisciculturas del Estuario de Reloncaví, apenas unos pocos kilómetros río abajo de donde tomé esta foto, o descendientes de éstas. (Foto: Rodrigo Sandoval U.)

¿Qué es una Steelhead?

Científicamente hablando, la Steelhead es nada menos que una Oncorhynchus mykiss. ¿Les suena el nombre científico? Es el mismo nombre científico de la ultra-conocida Trucha Arcoiris. ¿Error o casualidad? Ninguna de las dos. Es la misma especie. Lo repito, por las dudas: ¡es la misma especie!

Se trata de un linaje dentro de las truchas arcoíris, que en lugar de hacer su vida completamente en aguas interiores, la Steelhead migra al mar al igual que las diferentes especies de salmones, alimentándose y creciendo con tasas totalmente distintas al resto, volviendo a desovar a su río de origen. En forma similar al Salmón del Atlántico, con el cual se determinó que no está directamente emparentada – a diferencia de los del Pacífico, que son de la misma familia de la Arcoiris – la Steelhead es capaz de volver a desovar varias veces.

¿Cuál es la gracia? Imagínate que el primer desove ocurre entre los dos y cuatro años de edad, creciendo con alimento marino. El segundo vuelve a ocurrir otro par de años después. Saca la cuenta de qué tan grande puede ser una Steelhead retornando a desovar por una 3ª vez (y seguramente final). Imagínate también esa gran Steelhead con toda la energía acumulada de su alimentación marina, dispuesta a desovar y atacar cualquier intruso (o mosca atractora) que se le cruce por delante.

Steelhead de los fiordos australes de Chile

Una tremendamente robusta trucha atrapada en el Río Aldunate, en los fiordos de Aysén. Cayó atraída por un streamer con mucho flash, tal como se usa en la pesca de steelheads en Canadá. El pescador, originario de British Columbia en Canadá, justamente fue testigo de la equivalencia de pesca entre sus tierras y estos remotos fiordos australes. (Foto: Rodrigo Sandoval U.)

Steelhead versus Arcoiris migratoria

Desde que comenzamos a frecuentar los fiordos, a fines de los ’90, aparecieron en el mapa truchas Arcoiris muy peleadoras y muchas veces bastante plateadas. La primera conclusión podría clasificarlas como Steelhead, pero no existiendo registros oficiales ni muestras de ADN, no existe manera de confirmarlo. ¿Por qué podrían ser steelheads? En esencia, porque son truchas que han pasado tiempo evidente en el mar. Más aún, varios de los ejemplares que se capturan en estas zonas evidencian aletas gastadas producto de su paso por pisciculturas. En otras palabras, son steelhead forzadas al mar. Pero a diferencia de las steelhead normales, estas entran al río y vuelven al mar intermitentemente, muchas veces dependiendo de los drásticos cambios de marea, haciendo que un estuario de agua salada en marea alta, se transforme en un declarado río de aguas dulces en marea baja, con diferencias de hasta dos o más metros entre mareas.

Por ello, varios pescadores hemos decidido conjuntamente hablar de Arcoiris migratorias en lugar de steelheads, ya que no existe un comportamiento de retorno al río de desove en esas truchas.

Pescando Steelheads

La pesca de steelheads normalmente se asocia a las mismas técnicas, equipo, y moscas que para los Salmones del Pacífico. En general, recomendable es contar con un equipo de caña+carrete #7 a #9, con líneas flotante y en especial, de punta de hundimiento. Líderes gruesos, al menos un 1x, e incluso más gruesos en ocasiones. Las mocas, típicos streamers salmoneros.

Steelhead de los fiordos australes de Chile

Otra corpulenta steelhead capturada en el Río Matte, en los fiordos de Aysén, que cayó tentada por un streamer muy vistoso. Su cuerpo extremadamente grueso, evidencia el aporte energético de la alimentación marina. (Foto: Rodrigo Sandoval U.)

En mi caso particular, he logrado éxito con diferentes streamers, destacando uno que diseñé en una de las múltiples visitas a los fiordos: la Sando Sardine, que me permitió capturar nada menos que 4 truchas en un estuario, en los 5 primeros lanzamientos con el patrón recién diseñado.

La forma de presentar la mosca puede ser simplemente el clásico Downstream Swing, que consiste en lanzar la mosca perpendicular a la corriente, dejarla que derive y se vaya hundiendo y cuando la línea se estire, mantener la tensión para que la mosca haga un lento recorrido transversal a media profundidad. El siguiente video muestra una serie de escenas de clásica pesca de Steelheads en la costa Noroeste de los EEUU, justamente de donde son originarias.

Una técnica más llamativa y espectacular es la de hacer patinar la mosca en la superficie. Esto se logra gracias a moscas secas grandes y atractoras, de alta flotabilidad, que son paseadas por la superficie. El siguiente video muestra esta técnica y la reacción de las steelheads.

Conozcan el Spey Casting

Estoy lejos de ser un experto en Spey Casting. Es más, nunca lo he intentado, pero he visto y leído la suficiente información instructiva para entender la mecánica general, aún sin aplicarla. Por la misma razón, me pareció interesante proponerles revisar esta técnica de lanzamiento, con cañas extremadamente largas y potentes.

Mi interés en esta alternativa nació a durante los ’90, cuando leí algunos artículos respecto a estas cañas y el lanzamiento, a esas alturas, tan popular en la pesca de salmones en Gran Bretaña e incluso en la costa Este de los EEUU. Muy poco después, me tocó un contacto directo en una corta visita por el día al Deschutes Lodge, a orillas del mismísimo Río Deschutes, en Oregon. En esa visita coincidí con el dueño del lodge, quien luego de una coloquial conversación, se acercó a un bolso de cañas, curiosamente grande para mi conocimiento, y sacó una hermosa y larguísima caña Spey R.L. Winston. Actoseguido, desde la misma terraza del lodge y tomando la caña con las dos manos, ya que cuenta con un mango extendido para poder hacer esto, comenzó a hacer unos lanzamiento en seco, que asemejando bastante la técnica del Roll Cast, lanzó la punta de la línea a unos 20 metros sin mayor esfuerzo. Eso fue sólo una demostración. Impresionante demostración para mi al menos.

Hoy en día el interés crece y esta técnica ya llegó a esta parte del mundo, en especial con los pescadores que visitan el majestuoso Río Grande, en Tierra del Fuego. Más aún, una reciente conversación en la Comunidad de RiosySenderos.com, permitió a un miembro compartir un excelente dato de Spey Casting en Argentina: www.speycasting.com.ar.

Entonces, el Spey Casting llegó ya hace un tiempo para quedarse. Una alternativa que vale la pena conocer, por lo que los invito a ver este video a continuación, que me pareció que captura la esencia estética de esta técnica en excelente forma.

Aspectos técnicos y éticos de enfrentarse a peces trofeo

En este post pretendo resumir algunos aspectos que han salido a la luz en conversaciones que he tenido con diferentes pescadores con mosca, a la luz de un breve reporte de pesca de Chinooks que hice hace unos días en la Comunidad RiosySenderos.com. Para resumir, mencioné que hace pocos días me tocó ver a un buen amigo enganchar un Chinook monstruoso que finalmente le cortó mosca y línea, sin posibilidad de ganarle. Luego, salió a discusión el calibre del equipo adecuado para enfrentar tales situaciones, lo cual conversé con otro par de amigos.

Así, llego a este post, con la idea de enumerar algunas condicionantes que recomiendo tener en cuenta antes de enfrentar la pesca de peces trofeo, ya sean chinooks, o truchas grandes, o más aún, algunos peces de agua salada.

Partamos así: la mayoría de los pescadores, tarde o temprano (o siempre) sueña con poder enganchar un enorme trofeo. Nos llegan a veces fotos de otros pescadores sosteniendo peces de tallas fabulosas para la especie en cuestión y eso alimenta nuestra ansiedad de vivir tal experiencia. En ocasión, se dan algunas condiciones y nos encontramos frente a frente lanzando nuestra mosca en aguas habitadas por algunos de estos leviatanes.

Resistencia o Potencia del Equipo

Hay una definición original que sigue siendo válida: el número (o rigidez y potencia) de una caña es determinada por la mosca y distancia a lanzar, más que por el tamaño del pez que se pretende enganchar. Sin embargo, esta validez se ajusta a ciertos rangos. Es decir, si vamos por truchas medianas, lo esperable es que estén entre 1 y 3 kgs, por lo que una caña hasta 4 es capaz de manejar. Es decir, si te enfrentas a un río con truchas de entre 1 y 2 kgs, con una caña 4, lanzando pequeñas Adams o ninfas, seguramente andarás bien. Pero si en el proceso tienes la suerte (mala o buena) de que la marrón terrateniente del pozón, que llegó a los 7 kgs, pica, entonces la excitación puede transformarse en pánico, sobre-exitación y una gran variedad de sensaciones conducidos por adrenalina que cada humano (viva la diversidad) maneja de diferente manera.

En cualquiera de los casos mencionados, cuando un pez notoriamente más grande que lo que se espera y pelea con un equipo posiblemente subdimensionado, pueden ocurrir dos cosas: o se corta la mosca (el líder o incluso, la línea) , o logras traer el pez, pero con mucho esfuerzo y demorándote más de la cuenta. En estos dos casos, el pez sale dañado: al menos con un nuevo piercing que puede transformarse en una infección, o peor aún, morir por no recuperarse del esfuerzo excesivo y exceso de ácido láctico en su organismo.

Caso particular: tippet demasiado delgado

He escuchado a varios mosqueros – particularmente extranjeros – evidenciar una particular fascinación por pescar con el tippet más delgado que se pueda. Si bien hay casos en que la claridad de las aguas conjugada con una extrema precaución de las truchas fuerza a disminuir el tippet, creo que es mejor recurrir a tippets más sofisticados, como de fluorocarbono y no más delgados, ya que esto permite la solidez y resistencia del conjunto para acortar la pelea al máximo posible.

El mensaje correcto es: acortar la pelea lo más que se pueda, para maximizar las posibilidades de supervivencia del pez, y evitar cortes de línea/líder, en que la trucha sale con mosca enterrada y en algunos casos, con restos de líder y línea.

Entonces, algunas recomendaciones de sentido común:

  • Utilizar un equipo adecuado a las posibles capturas, incluso pensando en que en el mejor de los casos, se enganchará al trofeo del lugar.
  • Utilizar el tippet más resistente posible que no afecte la selectividad de los peces.
  • Hacerle mantención periódica a las líneas. Reemplazar aquellas que se ven muy maltratas y con posibilidad de cortarse.
  • Hacerle mantención a líder y tippet, renovando pedazos muy gastados, así como asegurarse de usar buenos nudos.
  • Cuando la trucha grande pique, aún cuando la tentación de disfrutar una larga pelea exista, hacerla lo más corta posible. En buen chileno: «siempre hágala corta».

El Lugar para Pescar

Aquí me refiero a ubicarse en un lugar adecuado dentro del lago o río. Particularmente río. En lago, casi siempre es posible pelear con comodidad una trucha en las secciones más profundas. En el caso de un río, frecuentemente es posible encontrar un largo recodo que es difícil de manejar, cerca de un sector más bajo y de poca corriente que ofrece mayores garantías para pelear un pez grande. Si el caso es que se espera tener una pelea con un enorme pez, como es el caso de los chinooks, no sólo pensar en dónde pueden estar y dónde pueden picar, sino que conjugar ese tipo de lugares en las cercanías de otro que permita pelear al pez con mejores condiciones (normalmente ubicado corriente abajo).

Por sobre todo, evitar lugares donde la orilla esté cortada a pique o donde se esté lanzando desde un punto donde el pescador no podrá moverse. Por ej, desde una roca grande, desde un tronco de difícil acceso. Si se engancha ese anhelado trofeo, la posibilidad de pelearlo bien disminuye considerablemente desde esa posición.

Conclusiones

En mi caso personal, me encantaría pensar que siempre he tenido conciencia de las condiciones con las que enfrento la pesca. En gran parte de las ocasiones no me he topado con trofeos que desafíen mi equipo o mi capacidad de pelea. Incluso en los casos de pesca de salmones, me ha tocado enfrentarlos siendo consciente de su presencia y por ende, con el equipo adecuado.

La excepción podría ser justamente la historia que menciono al comienzo, en la cual nos enfrentamos a Chinooks de una talla promedio excepcional y en un lugar que no ofreció demasiadas garantías. En mis experiencias anteriores pescando Chinooks en el mismo río, me había topado con ejemplares de un promedio de 8 a 10 kgs, en sectores con riffles y recodos de menor profundidad, haciendo de las maniobras de pesca algo más simple. Sin embargo, pude ver en esta ocasión, que un Chinook que se acerca a los 20 kgs, que la pelea es totalmente distinta, particularmente en un río con mayor caudal que en la vez anterior.

Un equipo #8, como el que yo contaba, definitivamente no es suficiente para lograr ganarle a uno de estos gigantes con determinación. Si bien hay una serie de técnicas que facilitan la pelea para el lado del pescador, el enorme pez tiene todas las de ganar si finalmente decide irse hacia la corriente principal, como ocurrió en ese caso con Patricio.

Creo que un equipo #10 estaría mejor preparado para «doblarle la cabeza al salmón», como mi buen amigo Rodrigo Saelzer me comentó. Totalmente de acuerdo.

Sin duda, dejo abierto el canal de opinión a los visitantes. Es totalmente posible que la experiencia de cada uno pueda aportar antecedentes que completen esta perspectiva personal.

Rodrigo Sandoval
RiosySenderos.com

Algunas fotos del calendario 2010

(Para los que no sabían, publicamos nuestro calendario 2010 para todos quienes deseen bajarlo e imprimirlo, en dos versiones: «Pesca con Mosca» y «Moscas«.)

Varios de Uds. ya lo habrán visto y espero que hayan considerado colgarlo en la pared o algún lugar visible. Al menos nos ha motivado la petición de varios visitantes del portal a que mantengamos esta buena costumbre, ya que – en especial en los meses fuera de temporada de pesca de salmónidos – resulta un relajante y motivante poderoso.

Para nosotros, el staff de RiosySenderos.com, es más que un gusto, un tremendo honor poder aportar con este calendario. Desde nuestros comienzos, el trabajo fotográfico fue y sigue siendo un pilar fundamental de nuestros contenidos. Cada temporada aprovechamos nuevos viajes para poder recopilar nuevo material que nos permita mantener esta entrega. Me refiero a que cuando estamos en el río o en el lago, andamos con cámara en mano, y tenemos en mente no sólo las truchas que están tomando frenéticamente, sino que además, el trabajo editorial y fotográfico que tenemos por delante.

… bueno, en realidad cuando las truchas están tomando frenéticamente, nos olvidamos un poco de esta parte. Pero el resto del tiempo tenemos estos objetivos siempre presentes.

Fue así como aparecieron varias de las fotos de este nuevo calendario de Pesca con Mosca, que a continuación presentamos con algo más de detalle.

ENERO

Aqupi se ve a Gerardo Soto, uno de los reconocidos guías del Patagonia Baker Lodge, junto a nuestro compañero de viajes y director de Ríos y Senderos S.A., Franz Scheel. Franz, siendo un residente de Coyhaique, también ha pescado el Baker en innumerables ocasiones. En este día de Diciembre, numerosas tormentas apenas habían terminado, por lo que las aguas estaban en plena recuperación de actividad. En estos casos, el conocimiento en terreno que el mismo guía ofrece es invaluable. Fue así como Franz logró enganchar varias de las peleadoras arcoiris del Baker en esta primera mañana de nuestro viaje.

FEBRERO

Una hermosa foto de Isabel Margarita Anaya (my wife). Una composición excelente, para una trucha hermosísima. Lo genial de esta foto es que la fotógrafa estaba totalmente sola en ese momento, y siendo una de las primeras truchas de aquel viaje (y de la nueva temporada), maniobró la trucha con una mano y la cámara con la otra, logrando un ángulo único de visión de la captura: directamente desde arriba, con un fondo impecable de piedras del río.

ABRIL

Se ve parte del cuerpo de una enorme – realmente enorme – trucha fario capturada por Franco Lama, también del Staff, en una laguna de Aysén. La pelea que dio este gigante fue por si misma digna de todo un ensayo fotográfico (pero destaco esta foto de uno de los saltos de esta marrón).

MAYO

Una notable foto de Manuel Reyes, querido amigo y colaborador, quien es actualmente el administrador del Patagonia Baker Lodge. Manuel ha desarrollado la fotografía con tremenda seriedad y dedicación en los últimos años, lo que le ha permitido lograr tomas complicadas técnicamente, como la de Mayo. En esta se ve un pescador lanzando su mosca a una trucha que insiste en alimentarse en pleno anochecer. Por ello, las luces del vehículo permiten (o aspiran a) detectar cuando la trucha sale a la superficie a tomar la delicada mosca seca presentada.

OCTUBRE

Cualquier especie de trucha es un lujo de diseños y colores. Pero las arcoiris a veces parecen llevarse el premio al colorido. Esta hermosa trucha se lanzó decididamente a una ninfa con bead head, pescada en una corriente lenta lateral de un hermoso río de la Patagonia Chilena. En este caso, Isabel Margarita rápidamente clavó y luego de una pelea digna, alzó esta trucha con gran delicadeza, le retiró la mosca y la devolvió, para continuar una jornada que tuvo bastante acción.

DICIEMBRE

Franco Lama visitaba por primera vez el Cochrane alto, dentro de la Reserva Nacional Tamango, y no pudo más que sorprenderse con la cristalinidad a toda prueba de sus aguas, apenas salidas desde el lago Cochrane. Aprovechando esta oportunidad, disparó varias fotos capturando a los que tratábamos de engañar a las extremadamente selectivas truchas de esta sección del río.

Ojalá lo disfruten, así como el calendario con diferentes patrones de moscas.

Rodrigo Sandoval y el resto del Staff de RiosySenderos.com

Pesca a Vista (Sight Fishing)

Por mi parte, ya sea con moscas secas, con ninfas o incluso streamers, la pesca a vista es la que siempre me ha parecido la más emocionante y espectacular. La definición es bastante simple: primero ubicar una trucha visualmente, luego lanzarle una mosca dentro de su campo visual / línea de alimentación, y ver cómo la trucha – a veces con desesperante calma – se acerca a la mosca y ¡la toma! Es este proceso completo el que cautiva a quien es testigo.

Este tipo de pesca es la más famosa y recurrida en los ríos de Nueva Zelandia, donde hay enormes truchas marrones en aguas totalmente cristalinas y a veces muy bajas.

¿Cómo se logra? Me encantaría partir diciendo «muy simple», pero rara vez lo es. Primero, hay que lograr ubicar una trucha visualmente. Las técnicas para esto son diversas y parto por indicar que rara vez logramos ver la trucha con toda claridad. A veces hay que estar atento a pequeños movimientos de sombras. En ocasiones, la misma sombra en el fondo es la que delata la presencia de una trucha a media profundidad, perfectamente camuflada por el diseño y color de su lomo. A veces, en la corriente, se logra distinguir un punto blanco que aparece y desaparece: es la boca de la trucha abriéndose para comer una ninfa o emergente. La gran mayoría de las veces lograremos ver una parte de la trucha: una aleta, la cola, sólo la cabeza. Toma tiempo acostumbrarse, pero cada vez que se encuentren en un río de aguas cristalinas, que saben que tiene truchas, hagan el ejercicio y con el tiempo se darán cuenta que las truchas están más a la vista de lo que uno cree. El siguiente es un ejemplo ideal, pero tomen en cuenta de que usé un polarizador para esta foto. Por ende, el tener anteojos polarizados los ayudará enormemente en la búsqueda de truchas.

Trucha nadando sobre una cama de algas

Trucha nadando sobre una cama de algas. Nótese que aleta dorsal y la punta de la cola están apenas fuera del agua.

Ok. Ya ubicaron la trucha: entonces tienen el 10% del trabajo hecho, pero seguramente 90% de la emoción. La segunda parte es determinar qué tipo de mosca es la más adecuada. En estos casos es posible que la trucha no esté alimentándose consistentemente en la superficie. Seguramente estará a media profundidad engullendo ninfas y emergentes. Una alternativa es buscar algún tipo de imitación (o un patrón de tipo attractor, que nos dé confianza). En los últimos años he visto como las grandes moscas secas atractoras, como la Chernobyl Ant o la Fat Albert («chalas» en general), logran un efecto muy potente. Pero junto con la elección del patrón, asegurar que los nudos y el líder están en buenas condiciones.

Viene el lanzamiento. Aquí les recomiendo mucha paciencia y calma. En estas ocasiones es posible que sólo tengamos una posibilidad de tentar a la trucha, y si el lanzamiento es malo o la mosca cae fuerte, perdamos esa posibilidad. Hay que acomodarnos en una posición en que podamos hacer un lanzamiento controlado, rápido y con pocos lanzamientos en falso. Piensa que estás en el examen final de tu curso de lanzamiento y te dicen «tienes una oportunidad para sacarte la buena nota, cualquier falla y repruebas». En este caso la trucha es tu examinador. Ni lo dudes.

En fin. El lanzamiento. Si estamos en un lago, hay que entender la línea de alimentación que la trucha está siguiendo. Hay varios detalles de esto en «Aguas Silenciosas: Pescando Visualmente«. Si estamos en un río con corriente, la mosca debe caer unos dos o tres metros delante de la trucha. Toma en cuenta la diferencia del ángulo de visión que se describe en ese mismo artículo de Aguas Silenciosas. No importa demasiado si caes medio metro a la derecha o a la izquierda. Si el patrón es el correcto, la trucha lo tomará igual. Cabe sugerir que cuentes con un vigía, que se posicione en un lugar con mejor vista de la trucha y que te guíe más o menos al lugar al cual apuntar. Te podrá dar direcciones como «mira la rama que se asoma a la derecha, lánzale 1 metro más arriba y más cerca del medio de la corriente». De donde estarás lanzando, seguramente no tendrás tan buena visión como alguien que se ubica en más altura y mejor ángulo.

Finalmente, si todo sale bien y calzamos ese primero – y muchas veces único – lanzamiento, la trucha caerá. Hay que dejar que se acerque y se trague la mosca. Aquí viene la ocasión clásica en que se pierden las truchas en este tipo de pesca: «sacarle la mosca del hocico». Lo que ocurre es que el nerviosismo de la anticipación muchas veces nos juega una mala pasada y nos adelantamos. Incluso, si se trata de una mosca seca, hay que darle tiempo a que abra la boca, trague la mosca, cierre la boca y se de vuelta. Ahí clava. Sé que leyéndolo suena trivial, pero ese par de segundos parecen eternos cuando tienes una marrón de 4 kilos tomando tu chala. En Nueva Zelandia, los creativos guías inventaron que cuando la trucha suba a tomar tu mosca, tienes que decir «God save the Queen!» antes de clavar. Personalmente no me veo diciendo esa frase en medio de un río Patagónico, pero en ocasiones me sirve simplemente contar: «1 .. 2 .. 3».

Ya, lo lograste. Capturaste tu trucha viendo el proceso completo. Si ya has vivido esta experiencia, sabes de qué hablo, pero si no, te aseguro que no se te olvidará jamás.

Aquí, una foto del éxito.

Una trucha marrón engañada con una creativa "Fat Albert"

Una trucha marrón engañada con una creativa "Fat Albert"

Suerte y éxito.

Rodrigo Sandoval
Staff RiosySenderos.com

Stoneflies de Julio (EEUU)

You should have been here in July! (¡Deberías haber estado aquí en Julio!)

Esas fueron las palabras textuales de Jim Schollmeyer, un reconocido escritor y fotógrafo de pesca con mosca, de Oregon, EEUU, cuando tuve la increíble oportunidad de pescar el Río Deschutes, en Oregon, junto a él y otros amigos. Él fue guía del río durante varios años antes de dedicarse más de lleno a su rol editorial actual.

En esa ocasión, en el mes de Septiembre, pudimos pescar bien el río. Aprendí varias cosas nuevas, como que «nunca sobra un split shot», cuando se trata de pescar los rápidos pockets de este río, en busca de las hermosas truchas «Redside», una variedad de arcoiris propia del Deschutes, que se destaca por una franja roja intensa en el costado. No son demasiado grandes, una de 1 kg ya es considerada grande, pero sin duda, son un desafío y una maravilla. También, que en el Río Deschutes sólo se autoriza a pescar de orilla, aún cuando se recorre embarcado. La idea de dicha regulación es dejar libre el trecho de río (que tiene el tamaño del Petrohué alto), y sólo permitir presión de pesca en las zonas más bajas. Esa es una de las razones por las que se puede pescar todo el año.

La última vez que visité el Deschutes fue en Marzo, hace dos años. Tampoco apunté a ese «Julio inolvidable» del que todos los conocedores del Deschutes hablan, pero pude pescar ese río en un día de finales de invierno que igualmente valió la pena.

¿A qué se refieren con ese «Julio inolvidable»? Simplemente a una de las eclosiones más dramáticas que existen en el mundo de la entomología acuática. No tanto por la intensidad o cantidad de insectos, sino que por el tamaño. Se trata de una de las especies más grandes de Stoneflies (la más grande del Hemisferio Norte), llamada debidamente Salmonfly (Pteronarcys californica).

¿Quieren saber de qué se trata? Vean este magistral video de Todd Moen (el mismo co-editor de Catch Magazine).

… y ya saben. Si alguna vez logran planificar un viaje a Oregon (no es «tan» complicado, es apenas 1 hora de vuelo adicional desde LA) … hagan lo posible por calzar en Julio … y pasen a ver a John Smeraglio, en su tienda de pesca con mosca de Maupin, a orillas del místico Río Deschutes.

Rodrigo Sandoval
Staff RiosySenderos.com